Mazarrón tiene varios de sus secretos ocultos en su geología. Las minas de plata que ya visitaban los fenicios para abastecerse siguen, ya sin uso desde hace unas décadas, estando allí y se pueden visitar. Las antiguas instalaciones siguen en pie, parece que aún funcionan. Los paisajes lunares de tierras de colores imposibles surgen al exterior porque el interior volcánico le ha dado su riqueza y la variedad de minerales que tiñen estos terrenos. Esta mina también es una atalaya desde la que divisar toda la zona, pero ahora desde tierra.
El vulcanismo también es el causante de las termas de El Saladillo, en las que afloran las aguas a 51 grados. Es una visita ideal para descansar y relajarse o, incluso, para vivir una experiencia diferente, porque durante los días de luna llena los bañistas disfrutan de baños relajantes hasta la madrugada. Pero no todas las formaciones rocosas las han originado los volcanes, ya que muy cerca de la costa, en Bolnuevo, existen unas formaciones, llamadas Las Gredas, producidas por la erosión sobre rocas sedimentarias que han sido motivo de una fotografía muy original y multitudinaria durante Fotogenio 2013. Este evento fotográfico es el mayor encuentro fotográfico de España para aficionados y profesionales que en 2013 ha cumplido su 7ª edición, aunque éste ya es un secreto a voces porque los más prestigiosos fotógrafos internacionales como Chema Madoz, Steve McCurry o Gervasio Sánchez han pasado por este certamen.
La Greda de Bolnuevo
Bolnuevo además es el punto de partida para descubrir algunos secretos costeros. Las playas y calas de Mazarrón tienen merecida fama por su belleza. La cantidad de ellas permite que nunca estén masificadas, además el acceso se hace a través de una pista no asfaltada para proteger el medio. De aquí parte el camino que a lo largo de 10 km. pasa por las mejores calas y playas, algunas nudistas. Y no sería extraño poder divisar desde estas calas aquellos grandes cetáceos que se vieron desde el barco, porque ese es otro de los secretos que guarda este mar.
Otro de los misterios marinos está a 8 metros bajo la superficie y junto a la playa. Dos barcos fenicios de hace más de 27 siglos permanecen en el fondo, son los únicos encontrados en el mundo. El estado es muy delicado y por ello aún siguen ahí. Los fenicios llegaban para extraer la plata que la tierra daba y llevársela. Aquellos primeros visitantes ya conocían uno de los secretos mazarroneros más valiosos. Cargaban sus barcazas con la plata y la llevaban hasta la gran nave que esperaba en aguas más profundas, pero un día del 2.700 a.C. se les hundieron dos de ellas y aquí están desde entonces… De la riqueza de estas minas habla Diodoro de Sículo, historiador de la antigüedad: “…quitaban el plomo de sus anclas y en lugar de plomo hacían el cepo de plata…”.
La cercanía de las grandes profundidades de hasta 1.700 m. hacen de este entorno marino un ecosistema ideal para que se alimenten y vivan cachalotes, delfines o, incluso, es posible ver también ballenas blancas, el segundo animal más grande del planeta. Desde el puerto salen excursiones para tener estos avistamientos de cetáceos. El fondo del mar en esta zona sorprende a propios y extraños, pues las naves submarinas que fondeaban en el puerto de Cartagena para ser reparadas eran probadas haciendo inmersión en estas profundidades y vulgarmente lo denominaban “mazarronear“.
Productos gastronómicos de Mazarrón
Tomate de Mazarrón
El tomate es posiblemente el mejor producto de Mazarrón. Se producen varios tipos y están todos muy ricos. Saben y huelen a tomate y son un ingrediente muy importante para guisos o ensaladas.El licopeno es el componente que le da el color y el que tiene antioxidantes que luchan contra el envejecimiento y el cáncer. Además posee vitaminas A, C y E; y minerales como hierro, calcio magnesio, etc. El tomate es fruta y hortaliza a la vez y no es autóctona, fue traída de América, pero con el tiempo se ha integrado muy bien y se ha posicionado como un producto fundamental en la dieta mediterránea, siendo insustituble y necesario. Nunca pueden faltar los tomates en nuestra cocina.
La almadraba, un arte de pesca sostenible
Junto al cabo Tiñoso en La Azohía, en la bahía de Mazarrón, queda en activo la única almadraba del atún de toda la zona. La almadraba es un arte de pesca sostenible que tiene un origen muy antiguo. El atún es un pescado azul que tiene muchas propiedades saludables y muchas posibilidades culinarias, se puede tomar crudo como hacen los japoneses, macerado, marinado o, incluso, en guiso muy elaborado. Pero su calidad es fundamental, y aquí tienen la suerte de poderlo comer al mediodía, habiendo sido pescado unas horas antes, esa misma mañana.
Plato de anchoas de El Puerto
Otrora, en época romana, este lugar fue muy importante por su producción de garum y salazones. Hoy se puede visitar la Factoría Romana de Salazones y conocer cómo elaboraban estos productos gastronómicos los romanos. El garum era una salsa de pescado muy conocida y muy usada en la época. Se utilizaba como condimento o como potenciador del sabor en guisos. La elaboración era compleja, pues se maceraban las vísceras y la carne de pescados. Cuando se producía la descomposición, se controlaba con sal para evitar la putrefacción. Después se batía formando una pasta que fermentaba y finalmente se reducía con calor para ser posteriormente filtrada y extraer un líquido llamado garum. Era una delicia para ellos que estaban acostumbrados a otros sabores.
Después de conocer esta salsa de pescado tan importante en el pasado, pasamos a un producto que se está preparando, aunque ya es algo más que un proyecto: un vino con guarda submarina. Bajo el mar la oscuridad, presión, temperatura, etc. son más estables que en una bodega. Pero por ahora no es más que un proyecto puesto en marcha que verá la luz en un futuro cercano. De nuevo será algo importante que llegue hasta Mazarrón desde el mar. Vino del mar.
Recomendaciones Con Mucha Miga:
• Ir en el barco para hacer el avistamiento de cetáceos y al retornar, a la hora de comer, acercarse al restaurante El Puerto, que está al lado.
• Visitar las minas y la Factoría Romana de Salazones.
• Bañarse en alguna de las mejores calas de Bolnuevo: Cala Desnuda o Cala Leño. Llévate gafas de bucear, los fondos son preciosos.
• Probar el tomate de Mazarrón, el atún, si es temporada, y el arroz del restaurante Bangalore, y pídete un café asiático y un gin-tonic.