Es evidente que el Carnaval, tradicionalmente, ha delimitado un tiempo de lujuria, gula y picaresca. Pero tal y como señalara el gran maestro Julio Caro Baroja, mentor de nuestro maestro Francisco J. Flores Arroyuelo, en su gran obra El Carnaval, la expresión de ‘mundo al revés’ imperaba en no pocas ocasiones si atendíamos a las manifestaciones rituales que el pueblo diseminaba a lo largo del calendario anual. De esta forma, en este particular reino de Murcia, además de los consabidos Carnavales nos encontramos con otras manifestaciones donde el disfraz servía para constatar que el pueblo, durante ese día, estaba en manos de unos seres disfrazados que pasaban por ser los amos de la población o localidad. Hablamos de múltiples casos ‘carnavalescos’ fuera del Antruejo: desde los Barredores de la Huerta de Murcia al Alcalde de Inocentes de Vélez-Rubio (Almería), desde los Rebuznadores de Balsicas de Mazarrón al Juan ‘Pelotero’ de Calasparra? Pero también el disfraz estaba dominado por Efigies en torno a los cuales giraba el concepto de Fiesta como así sucede con las curiosas figuras o personalidades del ‘Juan’ y la ‘Juana’, el ‘Perico’ y la ‘Perica’, los ‘Jirillos’, los ‘San Marcos’, los Mayos, los ‘Judas’, etcétera.
Sea como fuere, y por no alargar más la amplia retahíla de manifestaciones que pueblan la geografía del sureste español, nos interesa el espacio temporal donde aparece la singular figura de la ‘Vieja’, ya que, llegados a la mitad de la Cuaresma, tenía lugar la celebración de una fiesta que suponía un paréntesis a tanta exigencia y sumisión.
Pues bien, en la región de Murcia todavía podemos encontrar a la ‘Vieja’, e incluso al ‘Viejo’ y la ‘Vieja’ como protagonistas del vigésimo día de la Cuaresma: en Abanilla, El Cantón (población de la comarca de Abanilla), así como también en Abarán (en el Valle de Ricote), y lo cierto es que lejos de los fastos que antiguamente se celebraban para soliviantar la restricción y el ayuno, ahora solo queda el testimonio, que no es poco, de la presencia de muñecos o Efigies avisándonos de que estamos en mitad del periodo cuaresmal y es día de fiesta y celebración para ‘romper’ la Cuaresma.
Dichos muñecos, ataviados con las ropas de ancianos, adornan puertas y/o balcones de algunos vecinos y ahí permanecen, durante un día, contemplando una jornada que les pertenece mediante la cual, la degustación gastronómica y la fiesta, incluso en exceso, sin atribulaciones, era y es posible en tal día. Según la localidad, la nomenclatura ‘Día de la Vieja’, ‘El Viejo y la Vieja’, ‘La Vieja de la Cuaresma’, ‘Partir la Vieja’, ‘Romper la Cuaresma’?, disemina su festividad en el día vigésimo de abstinencia dentro de esa cuarentena, o bien en el domingo más cercano a ese ecuador denominado Domingo laetare o Domingo de Panes
Sea como fuere y tras años de grabaciones y recogida de datos, y al igual que hemos procurado dar empujones a manifestaciones como la Cuadrilla de Navidad, los Auroros o el Carnaval de Villanueva del Río Segura, para el año que viene, ‘La Vieja’ volverá a salir a las puertas y balcones en esta población valricotí para disfrutar de una tradición abandonada allá por el primer cuarto del siglo XX.
Texto y foto: Emilio Del Carmelo Tomás Loba(Cronista Oficial de Villanueva del Río Segura)