La Region de Murcia cuenta con su primer espacio natural protegido bajo la categoría de Monumento Natural, que no es otro que el mágico Monte Arabí, situado en término municipal de Yecla, al norte de la región murciana.
El monte, que se encuentra circundado de ingentes extensiones agrícolas de secano, se enmarca en un paraje árido, pero bello, que otorga cierto atractivo al paisaje. La mejor opción para conocer el lugar consiste en seguir las indicaciones del itinerario circular señalizado como PR-MU 91, de unos 6 kilómetros y de muy baja dificultad.
El Monte Arabí esconde numerosos rincones de gran valor histórico, geológico y medioambiental. Sus abrigos conservan un centenar de pinturas rupestres correspondientes al Arte Levantino (10000 a.C.) y al Arte Esquemático (6500 a.C.), cuyo conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO, en el año 1998. Además, en el lugar existen algunos yacimientos arqueológicos de unos 4000 años de antigüedad (2000 a.C.), así como diferentes petroglifos, cazoletas y numerosas formaciones geológicas labradas por las inclemencias climatológicas y el paso del tiempo, algunas de las cuales —como la cueva de La Horadada— constituyen la imagen más representativa del Arabí.
Pero además, no son pocos quienes cuentan que el Monte Arabí es mágico, que transmite energía —tanto positiva como negativa, según la persona— y, a fin de cuentas, que en sus recónditos parajes suceden hechos sobrenaturales. Cuentan que bajo la mole rocosa subyacen potentes corrientes de agua —otros afirman que es magnetita o, incluso, uranio—, lo cual afecta de un modo u otro a aquellas personas capaces de percibir tales energías. También se habla de avistamientos, tanto de figuras humanas ataviadas con largas túnicas, como de extrañas esferas luminosas oscilando sobre y en torno al monte. Uno de los avistamientos tuvo lugar en el año 1979 y, según afirmaba el testigo, sobre el monte y de forma vertical, apareció un objeto cilíndrico de unos 800 metros de altura, bajo el cual iban surgiendo diferentes puntos luminosos.
Tal vez por estos mitos y leyendas, pero también por la riqueza cultural que alberga, el Monte Arabí es uno de esos lugares diferentes que destacan, de algún modo, sobre los demás.
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