CARACOLAS CONTRA LAS RIÁS

En la Huerta de Murcia, para desgracia de los huertanos, siempre ha habido “riás”. En Patiño, el antiguo Partido de San Benito, las riás venían por el Reguerón o Guadalentín, afluente del Segura, siendo este, el Reguerón, un cauce casi seco todo el año, tan solo lleva un poco de agua “la cequeta” que sirve para que vivan unas pocas ranas y alguna culebra de agua….Un cauce casi seco pero que ruge y se pone agresivo cuando recoge las aguas de las tormentas en las zonas del alto Guadalentín… Para avisar de estas avenidas, las riás, repicaba la campana de la espadaña de la ermita y también había, cada cierto tramo del Reguerón, unos puntos fijados en donde sonaban “las caracolas”, (25X15 cm.) un sonido suave con toques pausados, cuando el cauce del Reguerón empezaba a subir peligrosamente, y “los caracoles” (30X18 cm.) que eran algo más grandes que las caracolas, hacían un sonido más ronco y más fuerte y avisaban cuando se había roto algún “trenque” y el agua saltaba del Reguerón, en el llamado “toque de arrebato”..……

Tanto caracolas como caracoles, los cogían en el Mar Menor y su carne, comestible y exquisita, la tenían cociendo durante 24 horas… En Patiño se guardó tradicionalmente “la caracola” en la casa de “Los Ritas” en la parte del Reguerón perteneciente a Algezares y en mi casa “el caracol”.

Las dos piezas, caracola y caracol, las guardo ahora como recuerdo de aquellas historias tan tristes y tan cotidianas en la vida de los huertanos….

Autor: Francisco Javier Nicolás Fructuoso.

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